Sangra el amanecer de los ciegos
como lo hacen las lombrices
cuando la política convierte sus lenguas
en un color sordomudo, en tardes transparentes
de crujidos abecedarios.
La paz
sólo habita en fotogramas de tristeza incorregible,
en los trozos de cartón que se suceden
lanzando guiños, párpados y destierros.
Son solo pedazos que gritan sus miserias
por debajo del diafragma,
y echan a correr por las incógnitas,
pasan estirados por el verso de cristal
y nos obligan a imaginar el llanto del alambre,
la pátina de unos ojos resistentes,
o cualquier otro rincón, provincia, o país
por el que quieran descolgarnos.
(del libro: “El insomnio de los verbos cansados”. LN Ediciones, 2017)
Autora: Marian Raméntol