La mecánica del viento
desconoce la percepción de mi rostro.
Desperté en las azules márgenes del frío.
Frío huraño de Enero.
Anochece en los bancos solitarios
de árboles desnudos
(como de piel tiritan sus raíces)
lo marca el calendario y caen
inútiles, las fotos de sus formas.
También a ti
se te ha helado el alma.
Añoranza en mi boca
que recuerda
el calor de tu aliento
y concede un suspiro
al cálido saludo de la tuya.
Todo es frío a estas horas, como escarcha
acuarelas y sombras
Imagina que estoy
que sigo estando
extrañamente viva.
Autora: Aigua Maria