Arlequines y bufones,
es la fiesta de los perdidos.
Cascabeles mudos,
de palabras tejiéndose a gritos.
Qué risa aguardará la luna
a tocar del tragaluz,
del número cuatro
de la avenida del perdón.
Fábulas heridas,
alicatadas en el techo de la buhardilla,
sollozos de cristales agrietados
den las entrañas del porvenir.
Anhelos latiendo,
entre las escaramuzas de Odín
y las bambalinas roídas
por la envidia de los cielos.
bailando con los destellos de la soledad,
los pasos se encaraman al vino añejo,
y al compás del semblante de la madrugada
otorga la suerte del azar.
Autora: Lady Hidden