Marian Raméntol

Compartim una petita mostra dels llibres publicats per l’autora.

No hubo apenas mar en el desnudo abierto de tus ojos

Pequeña reseña extraída del prólogo escrito por: Soledad Zurera

… NO HUBO APENAS MAR EN EL DESNUDO ABIERTO DE TUS OJOS, la madre muerta, unido al desgaste que implica la existencia humana, el mismo hecho de vivir, o el dolor que supone el acto de escribir en aras de la estética de la belleza, concebida como elemento heridor. Hemos hablado de la poesía como un ejercicio de misterio. En resumen: libro muy bien construido, de carácter épico-narrativo y riquísimo vocabulario.

Los Muñecos diabólicos de mi caja de pájaros

Pequeña reseña extraída del prólogo escrito por: Andreu Navarra

… Y esto es lo que ha sabido realizar la autora: destilar un idiolecto irónico y desvergonzado, libre y lleno de escepticismo. Al poner en duda la estructura y los porqués de la escritura poética, ha empezado la ascensión al monte del discurso personal, seguramente el más difícil de conquistar.

Duología poética

Pequeña reseña extraída del prólogo escrito por: José Maria Pinilla

… Los diferentes cambios no son nunca una traición al mundo original, sino un empeño de profundizar en ese mismo mundo que nos contiene.
La vida cotidiana, los recuerdos, los diálogos, las descripciones, las reflexiones
sentimentales, las sentencias líricas, entran en el poema y nos obligan a ensanchar
costuras. /… En estos y otros pensamientos andaba yo sumido, mientras procedía a la lectura de estos
dos libros que forman la duología, distintos por materia propia, y sólo unidos en el
único camino en que la lucidez convierte lo alternativo.

Con mi nombre doblado sobre la cama

(Un poemario basado en el estudio de la obra de Luís Rosales y concebido como homenaje a sus versos.
En el 2010 fue galardonado con el XVIII Premio Nacional de poesía «Acordes» convocado por el
Ayuntamiento de Espiel.
XVIII Premio Nacional de poesía «Acordes»)

Pequeña reseña extraída del prólogo escrito por: Francisco Javier Illán Vivas

… Apenas quince poemas, y sirva esta estrofa del primero de ellos, para marcar el ritmo de lo que digo: «Una ciudad expedientada, sangrante de humos/ y la bellísima danza de bolsas de plástico/ eyaculando restos de humanidad sobre la acera,/ la prensa en los lavabos, migas de pan bajo la mesa,/ gritos que mueren de repente/ y van a dormir en ataúdes de niños, y de vez en cuando,/ en algún rincón, la cicatriz de un verso».

Com arribar a les teves mans.

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