POR NO PERDER LA TRANQUILIDAD
Me ha visitado la misma estrella
que años atrás fue a ver a Ted Hughes,
mientras una catarata de agua caía sobre Londres.
La misma estrella serena y cobarde
que le dijo que se mantuviera lejos de Sylvia Plath.
Y, encima, él no pudo dejar de besarla.
De «De perfiles, vértices, planetas, cuerpos, árboles y escenarios»
Autora: Beatriz Pérez Sánchez