SE AGITARON LOS AGUJEROS DE LOS ÁRBOLES
Se agitaron los agujeros de los árboles,
cuando el pasado fue ranura abierta
y el presente calmó un precipicio repleto de fusiles.
Por el claro de los olivos corre agua mutilada,
a ras de un verso que cae,
mientras leves pliegues de sol sentencian pájaros
y la tierra esconde el cruce con la lengua parca.
¿Quién confunde cultivar un adiós
transportado entre patadas breves?
Parece que fueron los agujeros de los árboles,
entornados,
los que perfeccionaron aquellos semblantes.
Torna a raíz de ti,
tren que pasó tres veces,
y dile al aire que es imposible
que el oxígeno pudra de una vez.
Voltea el andén de los olivos-
cuando las patadas transporten tus escombros,
la vida marchitará desde otro ángulo-
entonces,
no se cantarán albas de medianoche.
De «De perfiles, vértices, planetas, cuerpos, árboles y escenarios»
Autora: Beatriz Pérez Sánchez